lunes, 3 de noviembre de 2008

Floripondio


Todas las variedades de Brugamsia crecen en regiones húmedas. La especie más difundida es la aurea con flores amarillas o más comúnmente con flores blancas. Es un árbol pequeño que llega a medir hasta 4 metros de altura, con hojas oblongo elípticas finamente bellosas. Las características flores alargadas e inclinadas hacia abajo pueden medir entre 18 y 23 centímetros de largo y son muy aromáticas, principalmente por las noches
Composición
Las Brugamsias pertenecen a la familia de las solanáceas y contienen los mismos alcaloides que las Daturas: escopolamina, hioscamina, atropina y los variados alcaloides del grupo tropano, tales como norescopolamina, aposcopolamina, metelodina, etc.
La escopolamina es la que aparece en mayor proporción.
Las hojas, los tallos y las flores contienen un 0.3% de alcaloides, de los cuales el 80% es escopolamina.

FARMACOLOGÍA
Mecanismo de acción y formas de empleo
Las flores de Brugamsia se ingieren preparadas en tés. Sus efectos comienzan entre los 15 y los 30 minutos y duran hasta 72, aunque cada vez con menor intensidad. La escopolamina que contiene esta planta es un agente anticolinérgico que actúa bloqueando los receptores colinérgicos en el cerebro. En función de ello se deprimen los impulsos de las terminales nerviosas o, si la dosis ha sido elevada, se estimulan y posteriormente se deprimen.

USOS TERAPEUTICOS
Según reporta Richard Heffern en su libro Secrets of the mind-altering plants of Mexico (12), el floripondio se usa de una manera muy similar al toloache. Se aplica externamente como un amplaste caliente para aliviar el dolor de huesos fracturados y otras heridas superficiales. También se usa por sus propiedades narcóticas, colocando flores debajo de la almohada para inducir el sueño.
DOSIFICACIÓN
La dosis letal de la escopolamina se halla alrededor de los 100 mg. No se conoce la dosificación exacta que pueda contener una infusión de floripondio. Normalmente se prepara una dosis moderada con una flor; dos a tres flores serían una dosis alta, y cantidades mayores pueden resultar peligrosas ya que la dosis activa de la escopolamina es muy cercana a su dosis letal.

EFECTOS PSICOLÓGICOS Y FISIOLÓGICOS
Sobre la escopolamina se sabe que no es un visionario como pueden serlo el LSD o la mezcalina, sino un auténtico alucinógeno. Las alucinaciones no son sólo visuales, sino también auditivas e incluso táctiles. Parecen tan reales que a menudo se pierde el contacto con la realidad por completo y un observador externo puede ver al sujeto intoxicado sosteniendo conversaciones incoherentes con personas inexistentes o realizando acciones totalmente fuera de contexto.
A nivel físico la escopolamina provoca disminución de secreción glandular, la producción de saliva se suspende produciendo sequedad de boca, sed, dificultad para deglutir y hablar, pupilas dilatadas con reacción lenta a la luz, visión borrosa para objetos cercanos e incluso puede llegar a producirse una ceguera transitoria; taquicardia acompañada, a veces, de hipertensión, enrojecimiento de la piel por vasodilatación cutánea y disminución de la sudoración, e hipertermia que puede llegar hasta 42°C.

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